Peter Peregrinus de Maricourt

Te levantas y llueve. Y te vuelves a levantar y hace sol. Y una vez es una ciudad y otra es otra. Y frente a tu  puerta crecen bicicletas con el mismo color y el mismo nombre. Unas con su sombra, otras con sus gotas de agua.
No sólo las brújulas se imantan.







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